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Tras una segunda operación para drenarle el líquido retenido en sus pulmones, el rapero Baby Rasta continúa delicado de salud y se mantiene con oxígeno, lo que le impide hablar.

Así ha expresado a un diario su publicista Waldo Díaz al indicar que “casi no puede hablar porque está con oxígeno. No ha habido mucho cambio. Está mejorando, salió todo muy bien de la operación. Todo está muy positivo, pero hay que ir viendo poco a poco la mejoría”.

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Wilmer Alicea Currás, nombre real del rapero, hace dos semanas está hospitalizado en el Centro Médico de Río Piedras, luego de haber sido tiroteado al salir del estudio de grabación de DJ Memo en Carolina, y recibir un impacto de bala en el estómago y otro en uno de sus brazos.

Pesquisa no progresa

El sargento Miguel Santiago, director de la División de Agresiones de Carolina, revela a ese diario que han sido seis los intentos que ha hecho en el hospital la agente Brenda Trinidad, a cargo del caso, para entrevistar al artista, pero no ha tenido suerte por su “desmejoría”.

“Todas las gestiones que hemos hecho han sido en vano. Él no ha recuperado y, cada vez que recupera un poco, vuelve y cae”, dice Santiago.

En cuanto a las otras dos personas que fueron tiroteadas junto con el cantante, explica que “ninguno ha cooperado y se han mantenido (con la versión) desde el principio que no han visto nada y que sólo sintieron la ráfaga de disparos y que no pudieron ver nada”.

“Nuestra esperanza es que este muchacho recupere y nos pueda arrojar un poquito de luz de lo que ha pasado. A quienes les dispararon fue a ellos, y ellos fueron los que vieron quiénes les dispararon. Queremos avanzar con el caso y no hemos podido por esa situación”, acota.